Antigone, la ONG italiana que lleva un observatorio nacional sobre las condiciones de vida en las cárceles, ha presentado los resultados de los primeros 6 meses de seguimiento en 2015. El número de presos ha descendido y el problema de hacinamiento no es tan grave como cuando Italia fue condenada por violar el Artículo 3 del Convenio de Derechos Humanos, Sin embargo, todavía es necesario mejorar las condiciones. Demasiados presos pasan el tiempo en inactividad forzada, sin tener acceso al trabajo, la educación o actividades de rehabilitación.