Amnistía Internacional Italia y ASGI se han unido para intentar lograr justicia en un caso de deportaciones forzadas de migrantes, tratando de que se les reparen los daños de la mejor manera posible y que se les otorguen visados humanitarios.
El caso denunciado por estas ONG implica a 89 migrantes, de los cuales 75 son eritreos que fueron deportados a Libia desde Italia en eñ año 2009.
En los años 2009 y 2010, Italia detuvo y entregó inmediatamente a las autoridades libias, a todos lo migrantes que interceptaba intentando llegar a las costas italianas, impidiéndoles de esa forma presentar siquiera su solicitud de protección.
Una vez deportados a Libia, los solicitantes de asilo iban directamente a la cárcel, donde sufrieron muchos meses de abusos. Algunos lograron escapar finalmente y llegar a Europa, otros, sin embargo, no han tenido tanta suerte.
Italia fue condenada del Tribunal Europeo de Derechos Humanos por ello, pero no se ha hecho nada para reparar los daños a todos los solicitantes que siguen en peligro. Por ello, Amnistía Internacional y ASGI hanpresentado una solicitud ante el Tribunal Civil de Roma con la esperanza de obtener 14 visados humanitarios para los migrantes víctimas de devoluciones forzadas.
Sentar un precedente
Además de conseguir los visados, el objetivo de este caso es mostrar la terrible práctica de las devoluciones forzadas y sentar un precedente para otorgar visados humanitarios, lo que garantizaría la posibilidad de un acceso legal y seguro para los solicitantes de asilo
Al mismo tiempo, las dos ONG se han unido para señalar que el concepto y la práctica del "tercer país seguro", puede plantear cuestiones similares que resultan preocupantes, ahora especialmente en el caso de Turquía (con quien la Unión Europea ha firmado recientemente un acuerdo que, básicamente permite las deportaciones masivas).
No se puede echar a los solicitantes de asilo y denegarles su derecho a buscar protección, al contrario, debemos garantizarles un camino legal y seguro.