El Centro de Estudios para la Paz está conmocionado por la ignorancia y la insensibilidad de la presidenta croata Kolinda Grabar-Kitarović está mostrando hacia la presente crisis de los refugiados. En un momento en el que Croacia se enfrenta a enormes retos humanitarios, el presidente está depositando una responsabilidad completamente inapropiada en el ejército croata, elevando su grado de alerta y encomendándole tareas de supervisión de las fronteras del país.
La presidenta tiene que entender que los refugiados que están llegando y que están pasando por Croacia no son un ejército de ocupación, sino personas que se están huyendo de la guerra, y que incluyen a muchos niños y otros grupos vulnerables. Con sus actitudes irreflexivas e irresponsables, la presidenta Grabar-Kitarović no hace sino extender el pánico entre los ciudadanos croatas y esquilmar importantes recursos del Estado de una manera absurda.
Reputación dañada
Con sus actos, está perjudicando asimismo la reputación de Croacia, cometiendo el mismo error que Hungría. Al mismo tiempo, aplaudimos la intención del ejército croata de implicarse en el frente humanitario de esta crisis mediante la prestación de apoyo logístico a la policía y la sociedad civil y ofreciendo ayuda humanitaria a los refugiados.
Pedimos a los ciudadanos de Croacia que no respalden las opiniones imprudentes e insensibles de la presidenta. Asimismo, la invitamos - en este momento de crisis humanitaria acuciante - a que se comporte con dignidad y máximo respeto hacia toda vida humana.