Nuestro ecosistema de Internet está actualmente controlado por un puñado de grandes plataformas, que además, no solo actúan como guardianas de la economía, sino también como guardianas de los derechos fundamentales de los usuarios. Sin embargo, la Comisión Europea puede obligarlas a respetar nuestros derechos fundamentales.
Ha puesto en marcha una consulta pública para revisar el conjunto de instrumentos normativos para hacer frente a los desafíos que plantean las grandes plataformas de Internet. Liberties, junto con otras organizaciones de derechos humanos y de derechos digitales ha emitido una declaración conjunta para la Comisión.
Los modelos empresariales y las condiciones de servicio de los gigantes de la tecnología definen los derechos de sus usuarios a la privacidad, la protección de datos y la libertad de expresión. Sus prácticas de recolección de datos y de conservación y distribución de contenidos conforman nuestra forma de pensar, determinan el tipo de debates en los que participamos e incluso influyen en nuestra forma de votar.
El comportamiento de estas plataformas y su impacto sobre los derechos fundamentales constituye un enorme desafío para la UE. La Comisión debería utilizar sus poderes legislativos para establecer normas que favorezcan una sociedad digital en la UE que sea democrática, justa, innovadora y esté basada en los derechos fundamentales.
Por favor, lee nuestro análisis.