Muchos investigadores están estudiando el comportamiento de la gente en internet y llegan a la conclusión de que desde que Edward Snowden reveló que nuestros servicios de seguridad rastrean todo lo que hacemos en Internet, la gente ha comenzado a tratarlo como un lugar sin privacidad. En otras palabras, muchos de nosotros estamos empezando a comportarnos en Internet como las personas se comportan cuando están en un lugar público donde se sienten observados. Esta tendencia de no hablar frente a la vigilancia se conoce como la "espiral del silencio". Aquí están algunos ejemplos.
Una encuesta de 2014 sobre cuatro países europeos mostró que la mayoría de las personas en Reino Unido (60%), Alemania (65%), España (66%) y Francia (76%) creen que Internet no es un lugar seguro para expresar sus opiniones - en parte debido a la vigilancia del gobierno, y en parte a la supervisión de las empresas.
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El 25% de los encuestados en EEUU, que conocían los programas de vigilancia masiva del gobierno, afirmaron que habían cambiado su forma de utilizar la tecnología para comunicarse. Por ejemplo, ya no hablan de su vida privada en línea, no utilizan motores de búsqueda para buscar información sobre ciertos temas y tampoco hacen bromas que se puedan sacar de contexto.
Otra investigación analizó también han cambiado las forma de utilizar internet mediante el monitoreo del número de visitas a ciertas páginas de Wikipedia. La investigación analizó casi 50 páginas de Wikipedia que cubren asuntos que los medios de comunicación habían informado que estaban siendo rastreados por la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos como parte de su programa de vigilancia masiva.Descubrieron que tras las revelaciones de Snowden hubo una caída a largo plazo del 30% en el número de visitas a estas páginas.
Otro investigador realizó una serie de experimentos para ver la disposición que tiene la gente para expresar sus opiniones políticas en internet una vez que están al tanto de los programas de vigilancia masiva. Comprobó que en general, la gente tienen tendencia a autocensurarse a la hora de expresar sus opiniones en Internet (en este caso cuando usan Facebook) y especialmente se abstienen de expresar opiniones políticas que no estén en la línea de la opinión pública dominante o las normas aceptadas.
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Un estudio más reciente analizó la disposición de las personas para hablar, escribir, buscar y compartir información sobre ciertos temas (legales y permitidos) y actividades en Internet. El 62% de afirmó que debido a la vigilancia gubernamental probablemente no hablarían o escribirían sobre ciertos temas en la red. El 78% admitía que la vigilancia gubernamental hace que sean más cuidadosos sobre lo que debaten en la red, y por lo mismo también el 78% afirmó que son más cuidadosos a la hora de buscar cosas en internet. El 60% dijo que es menos probable que compartan contenido propio en línea debido a la vigilancia gubernamental.
La evidencia es bastante clara: la vigilancia masiva está matando el tipo de investigación y debate a través de Internet que es vital para que funcione la democracia.