Todos queremos vivir en una comunidad donde la gente nos acepte tal como somos. Queremos libertad para practicar nuestra religión y poder hablar abiertamente sobre nuestra orientación sexual sin que se nos juzgue. Queremos sentirnos seguros cuando volvemos a casa por la noche y queremos que nuestra privacidad sea respetada.
Para crear tales comunidades, dependemos de la generosidad y la compasión de los demás. Si estamos ahí para quienes nos rodean, incluidas las personas que han llegado de otros países, nos ofrecemos mutuamente la oportunidad de poder desarrollar nuestros talentos y utilizar nuestra creatividad, que podemos invertir en hacer cosas que contribuyan al bien común.
En marzo, Liberties explorará el concepto de inclusión y de comunidades solidarias con una nueva serie de vídeos, #GrowYourCommunity. La serie presenta a cinco recién llegados a Alemania que, gracias al apoyo de sus comunidades, han iniciado sus propios negocios.
Crear tu propia empresa es difícil. Especialmente para un recién llegado a Alemania. Como mínimo se necesita un visado, una cuenta de banco, algo de capital económico, una dirección registrada, un asesor fiscal, una licencia y un registro. En el ranking del Banco Mundial sobre facilidades para la creación de una empresa, Alemania ocupa el puesto 125, detrás de países como Malí y Rumania.
Para los recién llegados, la barrera del idioma, las perspectivas inciertas a largo plazo y la falta de redes sociales lo dificultan aún más. Sin embargo, para muchos, iniciar una empresa sigue pareciendo la mejor oportunidad para ganarse la vida y devolver algo a las comunidades que les han acogido. Liberties ha conocido a cinco personas que han llegado a Alemania en los últimos años.
Salma y su hijo Fadi, orgullosos propietarios de una empresa de catering; Munzer, diseñador gráfico y cofundador de BureauCrazy, una app que guía a los usuarios a través de la burocracia alemana; Kussay, diseñador de moda que creó su propia marca de moda; y Mohamed, ingeniero informático iraquí que cofundó una organización sin ánimo de lucro que promueve la idea de una sociedad en la que conviven personas de distintas culturas, religiones y cosmovisiones.
Como todos nosotros, Fadi, Munzer y compañía tienen su propio conjunto de capacidades únicas. Tienen ambiciones y sueños. Y gracias al apoyo adecuado, ahora pueden invertir algunos de sus recursos para ayudar a otros.
Echa un vistazo a nuestra serie sobre Munzer, Fadi, Salma y compañía, y cómo están haciendo de nuestro mundo un lugar mejor. Disfruta de la serie, y siempre que puedas, haz algo para ayudar a que tu comunidad crezca. Porque la felicidad se encuentra cuando se ayuda a los demás.