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Lo más probable es que vivas en algún tipo de democracia, casi todas las personas en Europa, y todas las que viven en la Unión Europea viven en una democracia. Para ingresar en la UE, las instituciones del país deben garantizar la democracia y el Estado de derecho, entre otras cosas.

La forma de democracia en la de la UE es la democracia representativa: votamos candidaturas políticas, que a su vez votan lo que debe convertirse en ley. Pero hay otra forma de democracia más antigua que algunos consideran más auténtica y pura. Se llama democracia directa.

¿Qué significa democracia directa?

La democracia directa significa que la ciudadanía vota directamente las políticas y las leyes, en lugar de elegir a representantes que lo hagan en su nombre. Por eso a veces se denomina "democracia pura". La democracia directa puede adoptar distintas formas, desde un sistema en el que todas las decisiones ejecutivas y legislativas se toman por votación directa de la población, o uno en el que solo ciertas políticas o leyes se someten a votación general.

Este último ha sido la forma más común de democracia directa a lo largo de la historia moderna, y se considera democracia semidirecta. Se trata de una forma híbrida de gobernar que combina los principios de la democracia directa y de la democracia representativa. La ciudadanía elige a sus representantes para que gestionen el gobierno diario, pero mantiene el poder de votar directamente sobre cuestiones importantes mediante un referéndum vinculante, la iniciativa popular, la revocación del mandato y las consultas públicas.

¿En qué se diferencia la democracia directa de la indirecta?

Como hemos mencionado, la democracia directa es cuando la ciudadanía vota directamente las leyes u otras iniciativas políticas. La democracia indirecta es cuando elige representantes para que realicen esas mismas votaciones en su nombre.

¿Qué formas tiene la democracia directa?

Ya hemos mencionado la democracia semidirecta, que puede considerarse como una forma de democracia directa o un sistema independiente. En cuanto a la democracia directa, las dos formas principales son la democracia participativa y la democracia deliberativa.

La democracia participativa es un modelo de democracia en el que la ciudadanía tiene el poder de tomar decisiones políticas directamente a través de su voto, y esta acción constituye el núcleo de la participación directa. La ciudadanía determina a través del voto las propuestas legislativas o políticas.

Una forma similar pero distinta de democracia directa es la democracia deliberativa. La democracia deliberativa se basa en el debate y la deliberación como elemento clave de la toma de decisiones. Las leyes tienen legitimidad y fuerza no solo porque la mayoría de la gente las apoya, sino porque han sido plenamente discutidas y debatidas tomando en cuenta y sopesando todos los puntos de vista, los pros y los contras.

Una forma de entender la diferencia entre la democracia participativa y la deliberativa es el proceso. En la primera, la gente va a las urnas y vota. En un proceso deliberativo, las personas se reúnen en una especie de asamblea, debaten y discuten las cuestiones que se van a votar, y luego llegan a una decisión consensuada.

Ejemplos de democracia directa

El origen de la democracia moderna, al menos tal y como se entiende generalmente, es el sistema de democracia directa de Atenas en torno al año 600 a.C. En la democracia ateniense, los ciudadanos no elegían a los representantes para que votaran la legislación en su nombre, sino que votaban ellos mismos las propuestas e iniciativas.

Sin embargo, a día de hoy, existen pocos Estados en los que se practique una verdadera democracia directa, si es que hay alguno. Suiza se enorgullece de su sistema de democracia directa —el gobierno tiene incluso una página web donde lo promociona— pero en realidad, el sistema suizo a nivel federal, es una democracia semidirecta. Los políticos son elegidos para gestionar el gobierno diario de la nación y tomar muchas decisiones en nombre del pueblo. Sin embargo, la ciudadanía conserva un alto grado de poder democrático. Puede proponer cambios en la constitución o pedir que se celebre un referéndum sobre cualquier ley propuesta por el gobierno federal o cualquier parlamento cantonal u otro órgano legislativo.

En Estados Unidos, muchos estados y municipios individuales conservan cierta democracia directa. En Nueva Inglaterra, por ejemplo, los llamados "town halls" son asambleas en las que los miembros de los pueblos de la zona se reúnen para decidir las leyes y reglamentos locales a través de procesos democráticos directos y deliberativos. Y en muchos países, como Reino Unido y una docena de estados de la UE, siguen existiendo los referendos nacionales, en los que la ciudadanía puede votar directamente una propuesta legislativa, por ejemplo, para permitir el aborto o abandonar la UE.

Democracia directa: ¿cuáles son los pros y los contras?

La democracia directa o "democracia pura", suele considerarse la forma más auténtica de democracia. La población elige las leyes que rigen su vida, eliminando a "intermediarios" que votan en su nombre. Por ello, puede considerarse intrínsecamente más virtuosa que la democracia representativa. Pero eso no quiere decir que no tenga sus inconvenientes. ¿Cuáles son los principales pros y contras?

Pros:

-Transparencia: La democracia directa es probablemente la forma más transparente de democracia. No hay "acuerdos secretos" para decidir el resultado o el alcance de la legislación, porque las discusiones y los debates sobre cuestiones importantes se celebran en público. Y la ciudadanía es quien decide si una propuesta se convierte en ley, por lo que son plenamente responsables del resultado.

-Responsabilidad: En cuanto a la responsabilidad y la rendición de cuentas, la democracia directa garantiza que no existan dudas acerca de la responsabilidad de los éxitos o fracasos de las leyes o políticas de un país. Además, el gobierno no puede pretender que desconoce la voluntad del pueblo, y los lobbys y grupos de presión, u otras interferencias en el proceso legislativo son mínimos o inexistentes.

-Cooperación: La democracia directa favorece que la ciudadanía se comunique y coopere, no solo para valorar la legislación existente, sino también para elaborar una legislación que sirva al mayor número de personas y que, por ende, tenga más posibilidades de obtener el apoyo de la mayoría. Y cuando la gente sabe que su voz será tenida en cuenta en el proceso, es mucho más probable que participe y coopere con sus conciudadanos.

Contras:

-Indecisión: Las poblaciones ahora son mucho más grandes que cuando existían los sistemas de democracia directa. Mucho, mucho más. Pensemos en Estados Unidos, con sus cerca de 350 millones de habitantes. Si todos tuvieran que votar cada iniciativa política o propuesta legislativa, nunca se haría nada. Sencillamente, no sería un sistema eficiente y, por tanto, podría debilitar la eficacia del gobierno.

-Participación: Somos personas ocupadas. Tenemos trabajo, familias que cuidar y equipos deportivos que nos obsesionan. Si se nos pide que opinemos sobre cada decisión, acabaremos perdiendo el interés. O simplemente seríamos incapaces de seguir el ritmo de tal exigencia.

-Tensión: Las decisiones importantes suelen crear tensión entre quienes tienen puntos de vista opuestos. Cuanto más importante sea la decisión, más tensión. Cuantas más decisiones, más tensión. Tratar de implementar la democracia directa hoy en día podría conducir a sociedades aún más enfrentadas, en las que la gente esté más enfadada y, quizá, sea más violenta.

En muchos sentidos, la democracia directa merece su calificativo de "forma más pura de democracia". Pero, ¿significa eso que es mejor? Hay muchas razones para dudar de que vivir en una verdadera democracia directa sea la mejor opción, incluso a pesar de que garantiza que nuestra opinión individual se valorará y se tendrá en cuenta en el resultado final. No en vano, la democracia representativa nació porque para algunas cosas es mejor que la democracia directa. Pero mantener el funcionamiento de nuestras democracias representativas tal cómo se pretendía que fueran es otra cuestión totalmente distinta.

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