Eslovenia acaba de asumir la Presidencia rotatoria del Consejo de la UE, y su primer ministro, Janez Janša, ha afirmado que la protección de los valores de la Unión, incluidos los derechos humanos -y en concreto la libertad de expresión- será una de sus principales prioridades. Habida cuenta de sus ataques a la libertad de expresión en Eslovenia, resulta, cuánto menos, sorprendente.
Tiempos difíciles para la libertad de expresión
Ya hemos señalado anteriormente que la libertad de expresión se vio afectada en 2020 en toda la UE, según los datos de nuestro informe sobre el estado de la democracia en la UE publicado a principios de este año. Entre las tendencias preocupantes está el aumento de la presión y los ataques a los medios de comunicación y periodistas, así como las leyes restrictivas, el acoso legal y las campañas de difamación para tratar de impedir que las organizaciones y activistas que luchan por los derechos humanos y la democracia puedan expresar su opinión.
Y las medidas de presión a la libertad de expresión que dirige el primer ministro Janša son de las más graves y deliberadas. El informe elaborado por la organización miembro de Liberties en Eslovenia, muestra cómo el gobierno nacionalista y de extrema derecha de Janša, dirigido por el SDS, ha incrementado sus ataques contra periodistas críticos, medios de comunicación y organizaciones civiles utilizando la pandemia de COVID-19 como excusa, como parte de ua estrategia más amplia de medidas destinadas a silenciar a la oposición y debilitar la democracia.
El rápido deterioro de la libertad prensa es una de las principales preocupaciones: el aumento del control gubernamental sobre los medios, las amenazas a la independencia de la autoridad reguladora y la presión del gobierno sobre la agencia nacional de prensa mediante campañas de difamacion, los recortes de financiación (cancelados tras la presión de la Comisión Europea) y los cambios en el marco regulador están debilitando progresivamente la independencia y el pluralismo mediático en el país. Los continuos ataques contra medios y periodistas independientes por parte de representantes del gobierno y de medios de comunicación afines al mismo han alimentado los ataques en línea contra periodistas, generando un clima de miedo y un paisaje mediático tóxico.Las mujeres periodistas son calificadas frecuentemente de forma misógina como “presstitutes” [prostitutas de la prensa]. Y muchos periodistas han acabado autocensurándose para proteger su seguridad y su salud mental. Los medios de comunicación independientes sufren el acoso de los SLAPPs, es decir, a "juicios mordaza" que abusan de la ley y de los tribunales para intimidar y dejar fuera de juego a quienes defienden el interés público. Estos ataques a los medios de comunicación han suscitado la preocupación de la Comisión Europea y han sido objeto de acalorados debates en el Parlamento Europeo. Asimismo, organizaciones de defensa de la libertad de prensa qhan pedido a las instituciones de la UE que tomen medidas más serias para frenar el retroceso.
Al mismo tiempo, la intimidación a las organizaciones y activistas críticos con las autoridades y los medios de comunicación progubernamentales no cesa de aumentar. Desde intentos de poner a la opinión pública en contra de las ONG, presentándolas como acaparadoras de fondos públicos que deberían estar destinados a ayudar a la ciudadanía; el aumento de restricciones a la participación en la toma de decisiones; los intentos de recortar la financiación y el acoso administrativo, mientras los medios afines a la coalición gobernante emplean campañas de difamación virulentas para dañar la reputación de estas organizaciones. Asimismo se ha restringido indebidamente el derecho a la protesta y se ha perseguido y multado a múltiples manifestantes a lo largo del año pasado, incluso cuando cumplían las normas de distanciamiento físico impuestas para contener la propagación del COVID-19.
¿Preparado para cumplir con lo prometido? Nuestras 3 recomendaciones clave para la Presidencia eslovena
Si la nueva Presidencia eslovena del Consejo se tomara en serio su compromiso de proteger la libertad de expresión en la UE, estas son las medidas que cabría esperar:
1) Defender los valores de la UE y dejar de respaldar a los gobiernos que atacan deliberadamente la democracia
Los ataques sistemáticos a la libertad de expresión son un arma en manos de gobiernos autoritarios para silenciar la disidencia y debilitar progresivamente los controles y equilibrios democráticos para mantenerse en el poder. Este es un patrón claro que podemos observar en Hungría y Polonia. Si la Presidencia eslovena se toma en serio la libertad de expresión, debe adoptar una postura firme respecto a la protección de los valores de la UE, entre otras cosas, impulsando el avance del procedimiento en curso del artículo 7 contra Hungría y Polonia y promoviendo una revisión por pares verdadera y transparente entre los gobiernos sobre el estado del Estado de Derecho en la UE.
2) Liderar una respuesta contundente de la UE contra los ataques a los medios de comunicación y las organizaciones de derechos humanos
No hay libertad de expresión sin medios de comunicación, periodistas, activistas y defensores de derechos. Su trabajo permite que salgan a la luz las irregularidades y la corrupción y llaman nuestra atención sobre asuntos que afectan a nuestras vidas y a la sociedad en la que vivimos. De este modo podemos formar opiniones bien informadas y nos ayudan a que se escuche nuestra voz. Para proteger la libertad de expresión, debemos proteger a quienes la hacen efectiva. La armonización de las normas de la UE contra los SLAPP y una amplia regulación sobre los medios de comunicación para preservar y fomentar la libertad y el pluralismo de los medios puede ser clave para dar ese necesario giro.
Asimismo, es preciso que sta regulación vaya acompañada de acciones judiciales rápidas para que se cumplan las normas de la UE relativas a los medios de comunicación contra las leyes y prácticas nacionales restrictivas, así como una regulación del ecosistema digital que respete los derechos fundamentales a través de la Ley de Servicios Digitales y la Ley de Mercados Digitales. Mientras la UE se prepara para intensificar su acción en este ámbito, la Presidencia eslovena debería promover un debate constructivo entre los gobiernos para aumentar el apoyo a una respuesta firme contra los ataques a los medios de comunicación y las organizaciones de derechos humanos en toda la UE.
En concreto, la Presidencia debería trabajar para que los gobiernos de la UE reconozcan de forma contundente, por ejemplo a través de las Conclusiones del Consejo, el papel de los medios de comunicación como actores clave en una sociedad democrática; asegurarse de que los gobiernos trabajan para reforzar el conjunto de herramientas de la UE para proteger la libertad de expresión, la libertad de prensa y el pluralismo, de acuerdo con los compromisos del Plan de Acción para la Democracia de la UE.
3) Apoyar a las organizaciones que trabajan para proteger los derechos humanos y la democracia
En una democracia que funciona bien, las ONG, y en particular las organizaciones de derechos humanos y democracia, se encargan de vigilar a los responsables políticos y ayudan a la ciudadanía a organizarse y a expresar sus opiniones y preocupaciones a través de peticiones, protestas pacíficas y la participación en los procesos de elaboración de leyes y políticas. Constituyen una herramienta importante para ejercer la libertad de expresión. Liberties, junto con otras redes y organizaciones paraguas a nivel de la UE, trabaja para supervisar los problemas y retos a los que se enfrentan estas organizaciones proderechos y democracia a nivel nacional, para defender y proponer respuestas adecuadas y para crear resistencia en el sector. La Presidencia eslovena debería comprometerse de verdad con estas organizaciones a nivel nacional y de la UE, e informar a la UE de las acciones para apoyarlas, incluso en el contexto del ciclo de revisión del Estado de derecho, la implementación del programa de financiación Ciudadanos, Igualdad, Derechos y Valores y la Conferencia sobre el Futuro de Europa.