Los Países Bajos no logran convencer a otros países que se muestran recalcitrantes ante la vuelta de los solicitantes de asilo que han agotado todos los recursos legales. A la hora de la verdad, los intereses económicos (como las exportaciones a estos países y los contratos de la industria neerlandesa de millones de euros) pesan más que las devoluciones forzosas de los solicitantes de asilo rechazados. En parte por esta razón, pueden quedarse en los Países Bajos sin que su extradición sea inminente. Es lo que la Comisión Asesora sobre Asuntos de Extranjería concluye en su último informe.