En estos momentos, en los que el miedo gobierna las decisiones europeas y las medidas que garantizan la "seguridad" de los ciudadanos europeos son prioritarias, la UE se lleva la palma en seguridad en relación a las políticas de migración, al incrementar los medios y misiones de la agencia Frontex, que coordina el control de las fronteras exteriores de la UE.
Estas medidas incluyen el refuerzo del papel de Frontex en lo relativo a la eliminación de migrantes de "centros de clasificación" y "zonas calientes", mayor capacidad de independencia y despliegue en las fronteras europeas, un aumento significativo de su presupuesto, acceso a las bases de datos policiales para luchar contra el terrorismo y mayor colaboración en cooperación externa con Estados que no respetan los derechos humanos.
Estas medidas están transformando Frontex en una "agencia de ultra control" ¡incontralada e incontrolable!
Durante los últimos 10 años, la sociedad civil ha denunciado la opacidad de las actividades de la agencia y la falta de supervisión del Parlamento Europeo y de los parlamentos nacionales. Es más, ha puesto de manifiesto la imposibilidad de oponerse a una decisión de la agencia contra los migrantes o a presentar una denuncia ante un organismo independiente en caso de violación de derechos humanos.
Frontex y los derechos fundamentales
Al impedir que las personas salgan de los países de tránsito y entren en la UE -dos de las actividades principales de la agencia- Frontex también viola los derechos fundamentales, en particular el derecho a buscar asilo y el principio de no devolución, así como el derecho a salir de cualquier país.
Nuestra organización está convencida de que la misión de Frontex es incompatible con el respeto de los derechos fundamentales y con la recepción y protección de las personas migrantes, en consonancia con la legislación de la UE y con los valores que dice representar.
Una fantasía
A través de Frontex, Europa se aferra a una obsesión por la seguridad basada en la fantasía de la invasión, promoviendo así una asociación errónea entre la migración y la delincuencia, cuando no el terrorismo. Es urgente poner fin a las actividades de la agencia y reconsiderar de forma radical la política europea de migración a fin de garantizar la solidaridad y la paz.
¡Europa está en guerra contra un enemigo imaginario! Lea más sobre la campaña Frontexit aquí.