¿Qué es un gobierno autoritario?
La diferencia principal entre una democracia y un gobierno autoritario es que en la primera, la población tiene más voz en los asuntos políticos, puede elegir a los dirigentes políticos y hay controles y equilibrios en el poder ejecutivo. En el segundo, el poder esá en manos de una persona o grupo de personas que restringen la capacidad de la población para decidir su propio futuro. En general, el Estado pone límites a la libertad de prensa, a la independencia del poder judicial o a los poderes del parlamento. Mientras que la democracia representa el pluralismo, el autoritarismo tipifica la represión.
Las elecciones en una democracia son más libres, implican la elección entre distintas opciones, y el gobierno no interfiere en el resultado. En un gobierno autoritario, puede o no haber elecciones, pero la elección será inevitablemente más limitada, estará sujeta a una mayor interferencia del gobierno en funciones, que quizá no acepte irse si pierde.
La libertad de prensa, la independencia del poder judicial, la posibilidad de poder organizarse de la sociedad civil y la libertad de expresión son pilares de la democracia. Cada uno es fundamental para poder controlar la acción gubernamental. En una democracia, la posibilidad de crítica al gobierno permite que la gente pueda decir lo que piensa, lo que a su vez fomenta la creatividad, la innovación y las mejoras.
Cuando un gobierno autoritario dificulta el trabajo de los periodistas, por ejemplo restringiendo su capacidad de actuación o favoreciendo los ataques contra los medios de comunicación, inevitablemente dificulta que surjan narrativas distintas a la oficial, por lo que probablemente la población solo reciba la versión del partido en el poder. Es decir, el gobierno puede manipular a la población mediante la propaganda.
Por qué suponen un freno inevitable para el progreso
Los gobiernos autoritarios limitan inevitablemente el progreso de una sociedad pues imponen límites a la capacidad de decisión de los ciudadanos sobre la dirección del país. Impiden la existencia de instituciones políticas inclusivas, y, con el tiempo también de las económicas.
Eso no significa que un país no pueda desarrollarse económicamente o lograr avances económicos, incluso algunos desenfrenados, con un "líder fuerte" al frente o a través de un Estado de partido único. China es el ejemplo perfecto. Ha logrado que sus instituciones sean inclusivas, fomentando el espíritu empresarial, los derechos de propiedad y la creación de riqueza. Sin embargo, a nivel político, no está dispuesta a compartir el poder con esta nueva clase, e interviene y dirige a las empresas marcando siempre a lo que se puede y no hacer, poniendo límites a la capacidad de la población de prosperar. En algún momento, es probable que el camino hacia un progreso económico mayor y el del control político continuo se vean enfrentados. Las protestas en Hong Kong son una pista de lo que probablemente ocurra en el futuro.
En determinado momento, un gobierno autoritario pone límites a las oportunidades económicas de la gente pues chocan con las del control político. Por ejemplo, la oligarquía en Hungría impide que otros ciudadanos participen plenamente en la economía y que puedan surgir competidores a las grandes empresas dirigidas por los compinches de Orbán. Mientras tanto, Orbán limita la posibilidad de criticar a su gobierno a nivel político.
¿Cuál es la situación en la UE?
La UE lo dejó claro desde el principio: iba a ser un club de democracias que respetara conceptos como unas elecciones justas, el Estado de derecho o la la libertad de prensa. Desgraciadamente, su arquitectura contiene un fallo fundamental: si uno o varios de sus miembros empiezan a retroceder en cuestiones de democracia una vez que están dentro de la UE, hasta hace poco, la Comisión tenía pocas opciones para actuar.
El ejemplo más preocupante es el de Hungría. Viktor Orbán, antiguo promotor de la democracia, las libertades civiles y los derechos de propiedad al final del periodo soviético, ha convertido progresivamente a Hungría en un Estado semiautoritario, que fuerza el cierre de los medios de comunicación independientes y limita la capacidad de las ONG de hacer críticas al gobierno.
Polonia también ha dado un giro autoritario, convirtiendo los tribunales en aliados l gobierno y dificultando la existencia a los medios de comunicación que son críticos. Eslovenia es el último país que ha empezado a dar un giro cada vez más autoritario.
¿Qué puede hacer la UE?
La UE no está desprovista de armas en su arsenal, incluida alguna de nueva creación, y debe empezar a utilizarlas si no quiere que su ideal democrático se desmorone.
Por un lado, podría llevar a los países a los tribunales con más frecuencia cuando infrinjen las leyes de la UE que ayudan a proteger a los medios de comunicación independientes o a frenar la corrupción. A día de hoy, la Comisión Europea no siempre inicia estos procedimientos, aunque tiene el poder de hacerlo.
Asimismo, podría ejercer más presión política sobre los gobiernos que atacan deliberadamente la democracia y los derechos. Una forma sería bloquear los fondos de la UE a estos países. Cuando el dinero se agote, probablemente algunos de estos gobiernos se vean forzados a recapacitar. La UE acaba de crear un mecanismo, denominado "condicionalidad del Estado de derecho", que le permitiría hacerlo.
También acaba de crear un fondo para garantizar que las organizaciones que defienden los derechos y la democracia tengan suficientes fondos. Son importantes para garantizar que la sociedad pueda debatir con conocimiento de causa lo que hace el gobierno, hacer de puente entre la ciudadanía y los políticos para poner comunicar sus preocupaciones y denunciar a los gobiernos cuando hacen caso omiso de la ley. Todavía no sabemos si la Comisión distribuirá esta ayuda de forma que garantice que llegue a las organizaciones adecuadas. Por ejemplo, a las que se encuentran en países donde las ONG de derechos humanos han sido estranguladas, como Hungría y Polonia.
¿Qué implica todo esto?
Un gobierno autoritario tiene un mayor control sobre su población, restringiendo sus libertades, las instituciones del país y limitando la capacidad de decisión de la gente sobre su propio futuro.
En definitiva, supondrá un freno para una sociedad cuando el control político entre en conflicto con la voluntad de desarrollo del país.
¿Cuáles son los regímenes más autoritarios de Europa?
En la UE solo hay regímenes semiautoritarios, entre ellos Hungría y Polonia.
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