Un ciudadano sirio fue detenido por una patrulla de seguridad en Zgorzelec, una ciudad de la frontera polaco-alemana. Los guardias comprobaron su identidad y tras juzgar que su estancia en Polonia era ilegal le entregaron a la guardia de fronteras. Más tarde resultó que el ciudadano sirio reside legalmente en Polonia. El incidente desencadenó muchos comentarios terribles en redes sociales. “La mera sospecha de que un persona pueda residir ilegalmente en Polonia no da a los guardias de seguridad ninguna autoridad para arrestarle”, dijo la Dra. Pudznianowska, abogada de la HFHR.