Desde su reelección, el gobierno húngaro lanzó una campaña atacando la credibilidad de las ONGs húngaras y toma medidas para controlar su financiación, que se distribuye independientemente del gobierno. Creemos que una sociedad civil dinámica e independiente juega un papel fundamental en una sociedad democrática, ya que es uno de los principales controles y balances para el poder del gobierno. Según lo demostrado por la Rusia de Putin, el acoso del sector civil podría llevar fácilmente a la criminalización de organizaciones no gubernamentales y podría obstaculizar su labor. Somos solidarios con las ONGs húngaras y hacemos un llamamiento al gobierno húngaro, y demás gobiernos, a ¡dejar de hostigar la sociedad civil!
Hoy, 12 de junio, el gobierno húngaro se reúne con representantes de Noruega, Islandia y Lichtenstein para debatir las subvenciones de la área económica europea, de las cuales el mecanismo financiero de Noruega (subsidios de Noruega) forman parte. Como respuesta a este evento, le pedimos a nuestros socios en las ONGs que muestren solidaridad con la sociedad civil húngara publicando nuestra declaración.
Segundo mandato de Orbán: ¡más obstáculos para la democracia!
Después de la crítica generalizada debido a la eliminación de instituciones independientes y el desmantelamiento del marco del parlamentarismo, la inauguración del segundo mandato del gobierno de Orban en 2014 ha creado aun más retrocesos para la democracia. Semejantes obstáculos representan el más reciente intento diseñado para cuestionar la credibilidad y dificultando la financiación independiente de organizaciones civiles autónomas que representa un contrapeso para el gobierno.
El mecanismo financiero de Noruega es parte de un acuerdo entre la UE y Noruega, Islandia y Lichtenstein para la financiación de proyectos en las economías menos desarrolladas de Europa. El gobierno húngaro lanzó su ataque contra el Fondo Noruego Civil (NCTA por sus siglas en noruego) a principios de abril, sólo un día después de su amplía victoria en la reelección. La NCTA es una pequeña porción de subvenciones noruegas, distribuido por un consorcio de cuatro fundaciones húngaras que previamente han administrado dichas subvenciones con gran éxito. La acusación es que a través de las cuatro fundaciones, Noruega está tratando de influir en la política húngara. Noruega negó firmemente las acusaciones.
¿Noruega intenta influir en la política húngara? ¡Qué una gran mentira!
Cuando el gobierno noruego rechazó las acusaciones, el gobierno húngaro envió agentes de la Oficina de Control Gubernamental (KEHI por sus siglas en húngaro) para hacer una auditoría de las organizaciones administradoras del fondo. El gobierno ha implementado una creciente campaña, la cual acusa a las cuatro organizaciones no gubernamentales de injerencias políticas al ayudar a Noruega a desembolsar dichas subvenciones. Declaró que la KEHI llevaría a cabo una auditoría a la ONG Okotars, líder del consorcio, pero también envió a agentes de la KEHI a dos otras organizaciones asociadas. Las fundaciones fueron amenazadas con la suspensión de su registro tributario si se negaban a cooperar. El fundamento jurídico de la auditoría queda cuestionado por las organizaciones administradoras del consorcio.
Subvenciones de Noruega: apenas un síntoma
En los últimos años las organizaciones no gubernamentales, especialmente aquellas críticas o que contradicen la ideología del gobierno (por ejemplo aquellas relacionados con derechos LGBT), fueron sometidas a intentos de difamación por parte del gobierno. El 30 de mayo del 2014, se publicó un artículo afirmando que el gobierno había vetado organizaciones independientes húngaras civiles que se beneficiaron del NCTA basándose en su supuesta afiliación política. En un comunicado enviado por correo electrónico a Reuters ese día, el gobierno dijo que no tenía ninguna intención de luchar contra las ONG individuales, pero ratificó las acusaciones que las subvenciones trataban de ejercer influencia política.
Son pocas las oportunidades para las organizaciones civiles de recibir defensa legal y su margen de maniobra se reduce cada vez más, mientras publicaciones por los medios de comunicación de ahora en adelante pueden ser obligadas a ejercer la autocensura gracias a que las normas de la Ley de medios de comunicación cercenan la libertad de expresión al mismo tiempo que las realidades judiciales les inhibiría publicar artículos críticos del gobierno. Todos estos pasos hacen que Hungría se asemeje a la Rusia de Putin, donde, gracias a los intentos de silenciar las últimas voces libres, todas las defensas del estado democrático están siendo abatidas.
Según Atlatszo.hu, una de las ONG vetadas, el escándalo provocado por el gobierno húngaro sobre el fondo noruego y su relación con las ONG locales ha aumentado la medida en que grupos abogando por temas medioambientales y contra la corrupción también están siendo atacados por las autoridades. La única razón tangible que se puede ofrecer es que el gobierno húngaro no aprueba que se ofrezca financiación a organizaciones con las cuales ellos no están de acuerdo.
Intentos de silenciar ONGs vigiladoras
En la actualidad las organizaciones que reciben o han recibido una subvención son propensas a enfrentar investigaciones por parte de las autoridades, con la declarada intención de decidir si son legítimos destinatarios de fondos originarios de contribuyentes noruegos, o si han sido escogidas para representar los intereses políticos de grupos en contra de la voluntad de la mayoría húngara.
Según Hungarian Civil Liberties Union, otra ONG vetada, éstos son más pasos en una serie de acciones que toma el gobierno con el objetivo de silenciar a la gente, desde ciudadanos comunes y corrientes hasta la prensa y la sociedad civil, para impedir que expresen cualquier crítica contra el gobierno. Un análisis de las acciones del gobierno desde el 2010 muestra que la eliminación de instituciones independientes, el desmantelamiento de los marcos del parlamentarismo y la banalización de las voces opositoras ya se había iniciado durante el primer mandato del gobierno. Estas medidas incluyen la ley de medios, la restricción de la autoridad del Tribunal constitucional, la eliminación de la institución del Protector del pueblo independiente para la protección de datos, la transformación del sistema electoral y los medios de aprobación y el contenido de la Ley Fundamental.
El Gobierno hace todo lo posible para silenciar a medios independientes
Como parte de los esfuerzos del gobierno con aras de silenciar las voces independientes, el jefe de redacción de uno de los mayores portales de noticias en línea Húngaro, Origo.hu, fue obligado a dejar su trabajo el 2 de junio. Durante la última semana de mayo, el portal de noticias publicó una serie de artículos sobre János Lázár, Secretario de estado para la Oficina del Primer Ministro, señalando que su reciente gasto de 6.500 euros de fondos públicos en gastos de viaje fue presumiblemente injustificado. En respuesta, János Lázár había ejercido presión visible - es probable que este incidente obligó al jefe de redacción de Origo.hu, quien se dice que inicialmente se resistió a la presión política ejercida por la empresa editorial, a renunciar. El consejo editorial de Origo.hu expresó su desacuerdo con despedir al jefe de redacción y considera que las condiciones para continuar con su labor son inseguras. Desde el 2 de junio, más de una docena de la plantilla ha renunciado a sus puestos de trabajo. La gestión de Origo.hu negó acusaciones de presiones políticas.