El gobierno italiano ha decidido no despenalizar la inmigración clandestina, a pesar de contar con un mandato parlamentario. 18 organizaciones de la sociedad civil, incluidos Medu, Amnistía internacional, Asgi, A buon diritto y LasciateCientrare, han organizado una flash-mob en las inmediaciones de Palazzo Chigi (residencia del primer ministo) para protestar y exigir la abrogación de esta penalización injusta e inútil (cuando no perniciosa). Las personas que huyen de la guerra, la persecución y la pobreza deben ser bienvenidas y protegidas, no castigadas: ¡Migrar no es un delito!