Durante una reunión del Consejo de Ministros de Italia, el de Interior, Angelino Alfano, logró imponer su posición sobre un tema muy delicado: la lista de delitos que serán despenalizados en el contexto de la reforma penal y penitenciaria en curso. Dos de los tipos más sensibles de delito, el cultivo de marihuana y la inmigración "ilegal" (según la definición de la infame ley Bossi-Fini), han sido excluidos del catálogo de delitos que será transformado en faltas administrativas. Dicho de otra manera, se ha perdido una nueva oportunidad de la reforma de la justicia.