En los últimos años se han incrementado el número de denuncias interpuestas por grupos ultra católicos, respaldados por partidos de extrema derecha, contra actores y autores de obras teatrales, fotomontajes, performances, actuaciones carnavalescas, procesiones, exposiciones... Consideran que se comete un delito de escarnio (art. 525.1 del Código Penal), castigado con pena de multa de ocho a doce meses por ofender los sentimientos de los miembros de una confesión religiosa. Aunque la mayoría de los casos son archivados se genera un efecto disuasorio. Ver más aquí.