Las organizaciones y activistas de la sociedad civil contribuyen de forma vital a la promoción y protección de nuestros derechos humanos y de los valores compartidos sobre los que se asienta el proyecto de la Unión Europea que hoy celebramos. La sociedad civil debe ser reconocida y valorada como un elemento clave para la paz y la unidad en Europa. Sin embargo, las campañas de desprestigio, las excesivas cargas administrativas, la financiación ideológicamente sesgada y la exclusión de los procesos legislativos se interponen en su camino. La Comisión Europea debe mostrar un apoyo mayor.
La Comisión Europea ha solicitado una consulta a las organizaciones de la sociedad civil para elaborar un próximo informe sobre el espacio cívico y el papel de las organizaciones de la sociedad civil en la protección y promoción de los derechos fundamentales en la UE. Liberties acoge la iniciativa con satisfacción como un paso en la dirección correcta. Para contribuir a la labor de la Comisión, hemos elaborado un documento político, titulado Bringing Human Rights and Article 2 Values to Life, [Hacer realidad los derechos humanos y los valores del artículo 2], que ofrece ejemplos de lo que hacen las organizaciones de la sociedad civil por nuestros derechos y democracias, y señala los retos y dificultades a los que se enfrentan. Pero el informe de la Comisión no será suficiente para proporcionar a la sociedad civil el apoyo que necesita para seguir realizando su labor fundamental, y para luchar contra los intentos de gobiernos y de personas en el poder de socavar su papel y su trabajo.Por ello, nuestro documento también sugiere medidas que la Comisión Europea debería introducir para preservar y ampliar el espacio cívico.
¿Para qué sirven las organizaciones de la sociedad civil?
Independientemente de a quién votemos, la mayoría pensamos que nuestros representantes deben escuchar nuestras preocupaciones y trabajar por el bien común. Ya sea financiando las escuelas y los hospitales de los que dependen nuestras comunidades, obligando a las empresas a pagar salarios que permitan sostener los hogares o garantizando que las redes sociales sean seguras para la infancia.
Para ser escuchada, la gente tiene que unir sus voces. Las organizaciones de la sociedad civil tienden puentes entre la ciudadanía y los políticos. Permiten que la gente que está preocupada por alguna situación se organice, trabaje junta y transmita a los políticos qué es lo que les quita el sueño. A eso se refieren los líderes progresistas cuando dicen que las organizaciones de la sociedad civil son "pilares esenciales de la democracia".
Para ver ejemplos concretos de cómo la sociedad civil hace que la democracia funcione para todo el mundo, lee nuestro documento aquí.
Retos a los que se enfrentan las organizaciones de la sociedad civil
A pesar de -y a veces precisamente debido a- su importante papel, que permite que la ciudadanía tome el control de sus democracias, algunos gobiernos intentan activamente dificultarles el trabajo. A principios de este año, publicamos nuestro Informe sobre el Estado de Derecho 2022, un exhaustivo trabajo de investigación en el que 32 organizaciones de la sociedad civil de toda la UE aportaron sus perspectivas sobre las amenazas y desafíos a nuestras democracias. Ni una sola organización informó de que su gobierno había avanzado en la creación de un entorno propicio para la sociedad civil.
En el informe Bringing Human Rights to Life exponemos los principales obstáculos a los que se enfrentan las organizaciones de la sociedad civil para realizar su trabajo en toda la Unión Europea:
- Campañas de desprestigio: algunos gobiernos difunden mentiras para destruir la confianza de la ciudadanía hacia las organizaciones de la sociedad civil.
- Marco normativo hostil: algunos gobiernos exigen una gran cantidad de papeleo innecesario a las organizaciones que no les gustan, o condiciones que saben que no podrán cumplir y luego no las dejan operar.
- Criminalización, acoso e intimidación hacia el activismo: algunos gobiernos amenazan a los activistas con la cárcel por proporcionar alimentos, refugio o asesoramiento jurídico a personas que lo necesitan.
- Financiación limitada y políticamente sesgada: algunos gobiernos dan mucho dinero a las organizaciones que les apoyan y casi nada a las que no comparten su visión del mundo.
- Acceso restringido a la información: algunos gobiernos dificultan que las organizaciones de la sociedad civil pidan información sobre las decisiones tomadas por el gobierno y las reuniones en las que este participa.
- Exclusión de las consultas públicas: algunos gobiernos no cuentan con la participación de las organizaciones de la sociedad civil a la hora de elaborar las leyes, así estas no pueden asegurarse de que se tengan en cuenta los intereses de la gente corriente a la hora de tomar decisiones.
Para ejemplos concretos de estas situaciones, consulte nuestro documento aquí.
5 prioridades para una estrategia de la UE sobre la sociedad civil
En los últimos años, la UE se ha dado cuenta de que es necesario proteger y apoyar mejor a la sociedad civil dentro de la UE y ha empezado a tomar algunas medidas positivas en esa dirección. Entre ellas, la mejora de la supervisión de las leyes y prácticas nacionales problemáticas, la protección de las organizaciones de la sociedad civil frente a denuncias falsas, y el aumento de la financiación para apoyar el trabajo de las organizaciones.
Sin embargo, es preciso apoyar y proteger más a las organizaciones de la sociedad civil contra las amenazas y los ataques. Sin este apoyo y protección, la labor de la sociedad civil no puede mantenerse a largo plazo. Liberties insta a la Unión a que desarrolle una Estrategia de la UE para la Sociedad Civil, que debería girar en torno a las siguientes 5 prioridades clave:
- Promover una narrativa nueva y positiva: la Estrategia de la UE debe apoyar a las organizaciones de la sociedad civil para que se comuniquen de manera más eficaz, de modo que puedan lograr un mayor apoyo público y comprensión del trabajo que realizan.
- Impulsar un marco normativo favorable: la Estrategia de la UE debe instar a los gobiernos europeos a garantizar que la legislación y las prácticas faciliten el trabajo de las organizaciones de la sociedad civil, en lugar de dificultarlo.
- Impulsar una protección eficaz contra las amenazas y los ataques: la Estrategia de la UE debe proponer medidas concretas para garantizar el seguimiento de los ataques contra las organizaciones de la sociedad civil y el activismo, y responder a los mismos.
- Garantizar el acceso y la participación en la elaboración de leyes y políticas: la Estrategia de la UE debe instar a los Estados miembros a reforzar la participación de las organizaciones de la sociedad civil en la elaboración de leyes y políticas nacionales, y proponer un marco para el diálogo civil a nivel de la UE.
- Garantizar el acceso a una financiación estable: la Estrategia de la UE debería instar a los gobiernos a mejorar el escenario de la financiación de las organizaciones de la sociedad civil a nivel nacional y local, y diseñar formas para que la financiación de la UE sea más accesible y beneficiosa para los actores de la sociedad civil de base.
Para conocer nuestras recomendaciones más detalladas, consulta nuestro documento aquí.
Para más información sobre este tema: