El gabinete neerlandés está preparando un escenario en caso de que se agoten las camas en los centros de refugio. Como medida extrema, a los hombres jóvenes y sanos se les daría algo de dinero de bolsillo y serían devueltos a la calle. Por el momento, los socios de la coalición no se muestran favorables a la medida y la policía lo ha denunciado: permitir que las personas deambulen por las calles puede llevar a la confusión en la ciudadanía. Además, las identificaciones, la verificación de las declaraciones y el control de la radicalización sería mucho más difícil.