El ministro italiano de Justicia, Andrea Orlando, había nombrado recientemente a Adriano Sofri consejero para la reforma de las cárceles de Italia. En 1990, Sofri fue declarado culpable de ordenar el asesinato del agente de policía Luigi Calabresi y condenado a 22 años de cárcel. Siempre ha proclamado su inocencia. Sofri es un periodista e intelectual muy conocido y autor de muchos libros, algunos de ellos sobre las cárceles. La decisión del ministro Orlando fue muy criticada, hasta el punto de que Sofri decidió dejar el cargo.