Tras la detección de este vídeo en redes sociales, las organizaciones de derechos humanos se han mostrado conmocionadas y han exigido responsabilidades a la policía. Los responsables policiales se han desvinculado de los agentes que, en sus propias palabras, "actuaron de forma indebida", y afirman haber puesto en marcha procedimientos disciplinarios.
Desgraciadamente, las humillaciones xenófobas como esta no son excepcionales en la frontera croata. Numerosas organizaciones e instituciones internacionales, entre ellas la comisaria de Derechos Humanos del Consejo de Europa, la Defensora del Pueblo croata y Human Rights Watch, llevan más de dos años denunciando casos de violencia y expulsiones en caliente. Las autoridades croatas, no obstante, se desentienden una y otra vez de estas acusaciones.