La Liga Belga de Derechos Humanos (LDH) se presentó ante la Cámara de Representantes el pasado 18 de noviembre para exponer su análisis del proyecto de ley conocido como "Popurrí II", que reforma el Código Penal y Código de enjuiciamiento criminal.
La voluntad del gobierno de tomar la iniciativa en esta reforma es bien recibida por la LDH, pero la organización lamenta la premura con que se está llevando a cabo esta reforma. Varios organismos - algunos creados por el propio gobierno - todavía están estudiando y considerando opciones para el futuro de la justicia penal en Bélgica, y es imprudente sacar adelante una nueva ley antes de que aquellos finalicen su trabajo.
Registros sin orden judicial
La Liga de los Derechos Humanos también expresó su con algunos de los cambios concretos propuestos por el gobierno. Estos incluyen la eliminación de la Sala de lo Penal y nuevas incoherencias en la aplicación de la pena.
Con la reforma propuesta, un delito común podría ser castigado con mayor severidad que un acto de genocidio.
También es preocupante la eliminación de garantías para los ciudadanos. En virtud de esta reforma, los poderes de los fiscales se fortalecerán y ya no tendrán que obtener primero una orden de un juez para entrar y registrar un domicilio privado. La Liga de los Derechos Humanos señala tambiénque estas medidas podrían agravar el hacinamiento carcelario y fortalecer la asimetría de la acción penal en detrimento de algunas partes.
Como conclusión, la LDH lamenta que esta reforma necesaria esté siendo tramitada con tanta prisa, lo que se traduce en un texto desequilibrado.