La directiva europea de Registro de Nombre de Pasajero (PNR) aún no ha sido aprobada formalmente por el Parlamento Europeo, pero eso no ha impedido a la Comisión Europea y los Estados miembros poner en marcha la infraestructura necesaria para la vigilancia masiva de los viajes aéreos. La última contribución a este esfuerzo es un proyecto que va a investigar la forma de asegurarse de que los diferentes sistemas nacionales "son capaces de comunicarse entre sí", lo que facilitará el intercambio transfronterizo de los datos personales que proporcionan los viajeros a las líneas aéreas.