Tecnología y Derechos

Un supermercado neerlandés, culpable de discriminación por edad contra una empleada

El supermercado Albert Heijn discriminó a una mujer al no renovarle el contrato debido a su edad.

by Nina Kesar

La discriminación por edad se asocia a menudo a los empleados que superan determinada edad "media". Las personas mayores a menudo se enfrentan a la discriminación por edad en el mercado laboral, pues, por ejemplo, se considera que son demasiado caras o poco flexibles.

Aunque la discriminación por edad a menudo se comete con personas de mediana edad y más mayores, los adultos jóvenes también pueden ser objeto de ella, como el Instituto holandés de derechos humanos ha determinado en este caso.

23 años es "demasiado vieja"

Una mujer de 23 años de edad trabajaba de cajera en un supermercado Albert Heijn con un contrato temporal. Albert Heijn prorrogó dos veces su contrato temporal anual, pero, en la tercera prórroga, debía hacerle un contrato indefinido.

Según la mujer, de 23 años de edad, Albert Heijn la discriminó por su edad. Había oído que dos colegas de 18 años habían firmado un contrato indefinido así que envió a su jefe de equipo un mensaje de WhatsApp preguntando: "¿Hay hueco al final para los contratos indefinidos?"

Su jefe de equipo le contestó: "[nombre de la compañera que consiguió un contrato indefinido] tiene dieciocho años, ¿entiendes?"

Albert Heijn niega que hubiera discriminación por edad. La compañía afirmó que no había más plazas de cajera y que la mujer no estaba en condiciones de trabajar en un puesto distinto. Firmar contratos indefinidos con dos jóvenes (de 18 y 19 años) no tiene que ver con su edad, dijo, sino con motivos individuales, como la amabilidad con el cliente y la flexibilidad.

"No hay lugar"

Albert Heijn firmó un contrato de trabajo indefinido con dos trabajadoras jóvenes (de 18 y 19 años), pero no con la de 23 años. Una cajera de 18 años de edad gana entre el 46,7 y el 47,2 por ciento del salario de una joven de 23 años y una joven de 19 años obtiene el 54,6 por ciento de estas ganancias.

El mensaje de WhatsApp del jefe de equipo, que vinculaba la edad de 18 años con un contrato indefinido, demuestra la presunción de discriminación por edad. Albert Heijn sostiene que no había lugar para la mujer de 23 años, puesto que ya habían colocado a una cajera de otra sucursal.

El Instituto de Derechos Humanos considera que Albert Heijn no pudo demostrar que no se discriminara a la mujer por su edad. Es decir, no logró probar que la edad de la mujer no desempeñara ningún papel y, aunque la edad no es el único motivo para no firmar un contrato indefinido, aquí se trata discriminación.

Culpable

El Instituto Neerlandes de Derechos Humanos considera que Albert Heijn BV es culpable de discriminación ilegal contra una mujer por razones de edad, al no firmar un (nuevo) contrato de trabajo con ella.

Lea el fallo completo del Instituto aquí.

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