Tras cuatro días increíbles, el Tribunal Constitucional checo defendió a los trabajadores y condenó a las fuerzas policiales por no realizar su trabajo adecuadamente.
Cuando los trabajadores llegaron a la policía, hace cuatro años, su caso fue archivado y el fiscal público añadió que eran responsables de sus propios problemas. Los agentes de policía ahora tendrán que reabrir el caso.
14 horas al día
El caso implica a 66 personas que trabajaban en bosques checos, sin paga y sufriendo una pérdida colectiva de miles de euros. Los trabajadores, contratados por contratistas checos, trabajaban 14 horas al día, siete días a la semana para unos jefes que no les pagaban y les sometían a todo tipo de amenazas.
Su denuncia al Tribunal Constitucional se centró sobre todo en el hecho de que la policía había cerrado la investigación de forma abrupta y sin considerarla siquiera. Describían el proceso como arbitrario y señalaban que la policía se había negado de facto a tratar su caso.
"Verdaderamente curioso"
El Tribunal Constitucional, con el juez ponente Radovan Suchanek, dictó que era inaceptable que la policía hubiera cerrado un caso de este tipo tan rápidamente. Las violaciones de los derechos humanos básicos durante un periodo largo deberían haber inducido a la policía a tratar de investigar el caso a fondo para intentar subsanar las denuncias de los trabajadores.
"El Tribunal Constitucional comparte la inquietud de los denunciantes, que rechazan la absurda interpretación del fiscal que les acusa a sí mismos de su propia situación, dado que algunos comenzaron a realizar los trabajos forestales sin contrato ni ninguna confirmación por escrito de que les iban a pagar y sin siquiera preocuparse de si necesitaban un permiso de trabajo. Un planteamiento de este tipo de parte de la fiscalía en un caso de sospecha de explotación sistemática resulta verdaderamente curioso", alega el juez Suchanek.