Un agente de policía neerlandés ha sido condenado por el uso de la fuerza durante la detención de un hombre en La Haya el 20 de julio de 2013. El agente utilizó gas pimienta varias veces de manera inaceptable y golpeó al hombre en la cara usando las esposas, lo que en principio no está permitido por las normas de la policía. Conforme a la decisión del Tribunal de La Haya del 20 de enero, esto fue ilegítimo y la intención -dominar al sospechoso- no justifica este tipo de fuerza. Con arreglo a la solicitud del Ministerio Público, se impuso a la policía una multa de 400 euros.