Tecnología y Derechos

Una visita a un centro de detención para extranjeros en Bélgica

¿Cómo es la vida de los solicitantes de asilo en un centro de detención belga para extranjeros? Con motivo del Festival Steenrock, una delegación parlamentaria visitó el centro de detención de Caricole, guiada por la Liga de los Derechos Humanos.

by David Morelli
Photo: Simon Blackley - Flickr/CC content

El Festival Steenrock es un festival anual de música celebrado en frente del centro de detención para extranjeros belga de Caricole. Las reivindicaciones del festival son el cierre del centro de detención, el fin de las deportaciones, la revisión de las políticas de asilo y migración con el fin de encaminarlas a garantizar la libre circulación de todas las personas, y la condena de la violencia policial.

Con motivo de este evento, una delegación parlamentaria belga y europea visitó el centro, acompañada, entre otros, de la Liga Belga de Derechos Humanos (LDH). La mayoría de los participantes nunca habían visitado el centro antes, por lo que el presidente de la LDH, Alexis Deswaef, sirvió como una especie de guía de la visita.

"Inadmisible"

La visita a Caricole, un centro que abrió sus puertas en la primavera de 2012 para reemplazar al centro INAD del aeropuerto de Bruselas y el Centro de detención 127bis, duró aproximadamente una hora y media y se inició con una conferencia de prensa en la sala de reuniones a cargo del director del centro, acompañado de su jefe de seguridad.

El centro cuenta con una capacidad de 90 plazas, pero rara vez se ocupan más de dos terceras partes de la misma. Está destinado a albergar personas que Bélgica considera "inadmisibles", debido a que sus documentos no están en orden o a que carecen de pruebas de que disponen de fondos suficientes, por ejemplo.

Estas personas suelen ser retenidas durante unos tres días antes de ser trasladadas fuera del país. También hay solicitantes de asilo que hicieron su solicitud en el aeropuerto o en Caricole, y para las cuales el encarcelamiento es más largo.

Su detención dura de dos a tres meses mientras esperan el resultado de sus trámites. Si su solicitud es aceptada, reciben el apoyo de Fedasil; si no lo es, son expulsadas.

Otra categoría se compone de personas clasificadas como "personas ilegales". Están encerrados en espera de una posible expulsión. Su confinamiento puede durar meses; una mujer embarazada estuvo encerrada durante casi seis meses. Una última categoría de personas detenidas en Caricole la componen0 los detenidos por el Ministerio del Interior (se trata, por lo general, de personas transferidas desde centros penitenciarios).

Ambiente tranquilo


Nos dijeron que esta mezcla de población no plantea problemas de convivencia, y que el ambiente es también bastante tranquilo.

La población actual está compuesta principalmente por albaneses, iraquíes y sirios.

Ante la pregunta de si había menores detenidos en el centro, el director nos dijo que esto puede suceder, pero que solo se produce durante unas horas, mientras se comprueba su edad.

Sobre nuestras preguntas acerca de la capacidad de los detenidos de tener acceso a información sobre sus derechos (en relación con la representación legal, las reclamaciones o acciones legales en su contra, etc.), se nos informó de que la documentación (disponible en 30 idiomas) se entrega a los detenidos a su llegada. La información relativa a las visitas de las ONG y a la Comisión de quejas están expuestas en las zonas comunes. No tuvimos suficiente tiempo para verlas.

Campos verdes y vallas altas

La visita continuó recorriendo pasillos blancos. Aquí todo era blanco, con ventanas redondas con vistas a los campos verdes. Todo estaba limpio. Uno podría imaginar que está en un hospital.

Aunque la mayoría de los detenidos no conocen el idioma holandés, pudimos observar que los signos de Caricole solo están escritos en este idioma. Hay una conexión a Internet, pero solo es accesible unas pocas horas al día. El centro carece de personal suficiente.

Hay un patio al aire libre (de unos tres metros cuadrados) y un campo de deporte, rodeados de vallas altas, pero no vimos a nadie utilizarlos. Lo mismo cabe decir de la biblioteca, mientras que solo unos pocos reclusos se encontraban en la sala de TV.

Visitamos también las salas de "admisión" (en las que caben cuatro detenidos), que estaban sumamente limpias, y las salas de aislamiento, que según nos dijeron son "solo para los enfermos" (por ejemplo, cuando existe el riesgo de un brote de Ébola). A través de una mirilla pudimos mirar dentro de esas habitaciones.

Las celdas de aislamiento en Caricole son pequeñas, con pequeñas ventanas y paredes negras, sin ningún tipo de asiento u otro objeto. A veces se utilizan como salas de fumadores.

Las celdas de aislamiento se han usado 15 veces en 2014, a menudo después de un incidente grave, y a veces solo durante períodos muy cortos de dos a tres horas (el tiempo necesario para que el recluso se calmara).

Los medicamentos se utilizan solo por prescripción médica y se guarda un registro de su uso.

Hablando con los reclusos


Durante una parada en uno de los pasillos, hablamos con tres señoras que querían compartir su situación con nosotros. Desde el punto de vista de la logística, no tenían mucho que decir, pero en realidad parecía que sus problemas estaban relacionados con la privación de libertad y con verse sometidas a situaciones humillantes (por ejemplo, ser esposadas durante los traslados desde y hacia el tribunal).

Nos gustaría recordar aquí la situación de una joven somalí, esposada en la furgoneta de traslado y olvidada por la policía. Estuvo allí sentada bajo el calor abrasador durante dos horas, sin acceso a agua o a cualquier forma de pedir ayuda. Finalmente alguien se acordó de ella y la llevó de vuelta al centro.

Otros mencionaron que la comida parece estar preparado pensando solo en un único tipo de personas, por lo que algunos se niegan a comer durante varios días.

Otros reclusos se acercaron poco a poco a nosotros durante nuestra visita. Un señor de edad nos mostró su pierna ortopédica y dijo que no entiende por qué está aquí. Otro señor dijo que fue detenido a los 20 minutos de haber recibido una decisión negativa sobre su solicitud de asilo. Otro dijo que quiere cambiar su abogado.

Planteamos asimismo la cuestión de la intervención de la policía en el interior del centro. Nos dijeron que es un supuesto que no se produce. Cuando el director nos acompañó para salir del centro por la parte posterior del edificio, vimos que unos 15 policías estaban saliendo del mismo.

Algunos periodistas nos recibieron en la puerta de salida, pero entre ellos no había enviados de los grandes medios o periodistas de los medios públicos.

Finalmente, la declaración prevista de la LDH no pudo producirse (por falta de tiempo, nos dijeron).

Será interesante comprobar el seguimiento del asunto por parte de los diputados presentes durante la visita.

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